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sábado, 22 de marzo de 2014

Una ‘arregladita en los glúteos’: males incurables por inyecciones estéticas


México.- Rocío tenía 19 años cuando una amiga la convenció para que le dieran una "arregladita en los glúteos"; y "un toquecito de nada con la inyección de una sustancia ‘segura' que aplica una señora en su casa". El costo fue de mil 500 pesos. Permaneció asintomática mucho tiempo.

Pasaron ocho años hasta que comenzó a sentir cierto calor en los glúteos, después surgieron algunas protuberancias y manchas negras, hasta el extremo de no poder sentarse. "El dolor era inaguantable, sentía agujas en la piel", dice la joven mujer incorporada a una mesa junto a Laura y Jéssica pacientes que también dan su testimonio a EL UNIVERSAL en el Hospital General de México.

Fue entonces cuando Rocío recurrió al Servicio de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Reumatología del Hospital General de México, para comenzar un tratamiento en la Clínica de Enfermedad Humana por Adyuvantes o Modelantes (creada en 1999), que actualmente cuenta con un registro de 250 pacientes con enfermedades graves, discapacitantes y sin cura debido a la infiltración de cierto tipo de sustancias con fines modelantes.

"En número la enfermedad podría estar subdiagnosticada toda vez que los pacientes no acuden a la Clínica hasta que el problema ya es mayúsculo", refieren especialistas. Y es que, ante la afluencia creciente de pacientes afectados por la infiltración de sustancias modelantes, y la necesidad de ampliar los conocimientos sobre esta enfermedad -desconocida en muchos aspectos- se creó en el Hospital General de México un equipo multidisciplinario para atender a estos pacientes e iniciar estudios de investigación para evaluar la enfermedad por modelantes y generar nuevos conocimientos que a futuro puedan mejorar el pronóstico, y así ofrecer opciones de tratamiento más efectivos. Estos pacientes presentan síntomas como hiperemia (aumento en el contenido sanguíneo en un órgano), dolor, nódulos, engrosamiento de la piel y de tejido subcutáneo, hiperpigmentación, neoformaciones venosas, migración de la sustancia infiltrada, fiebre, artralgias, (dolor de articulaciones), mialgias (dolores musculares), y males del tejido conectivo.

Tratamiento de por vida

Considerada como una afección de nueva generación y ante la cual los médicos no acaban de capacitarse, la enfermedad por sustancias modelantes no autorizadas es descrita como un padecimiento incurable que afecta de manera grave la salud y la calidad de vida de modo irreversible. Aunque su verdadera prevalencia e incidencia son desconocidas, expertos afirman que representa un serio problema de salud pública en México.

Fue justamente en la Clínica de Enfermedad Humana por Adyuvantes o Modelantes, cuando Rocío supo que el líquido inyectado en sus glúteos era una sustancia sintética (polivinil metacrilato). Los médicos le informaron que el líquido se había infiltrado hasta sus músculos, y que el tratamiento sería complejo y de por vida. Con 35 años de edad, Rocío describe lo que está ocurriendo como un mal que no le permite dormir y ha deteriorado su existencia. Dice sentirse culpable y dos veces ha intentado suicidarse.

Es madre soltera y tiene un hijo. No se conforma con las manchas en sus piernas. "Los médicos me dijeron que estas marcas en la piel las tienen mujeres que me doblan la edad. ¿Qué va a ser de mí en unos años?", se pregunta. "Eso me pasó por ignorar el daño irreversible que me causaría la inyección o las infiltraciones, ¿cómo pude caer en la trampa siendo una persona con estudios... soy licenciada?.

"La incertidumbre me está destruyendo pues no sé de que modo y hacia dónde seguirá caminando el líquido que me inyectaron y que permanece en mi cuerpo", lamenta. Hoy Rocío sabe, que el líquido infiltrado podría provocarle abscesos o coágulos hasta provocarle muerte por embolia. Además ha tenido que abandonar su trabajo en una etapa en que requiere de ingresos propios.

Para el doctor Gabriel Medrano Ramírez, médico reumatólogo adscrito al Servicio de Reumatología del Hospital General de México, Rocío ejemplifica lo que está ocurriendo en el país: las enfermedades por modelantes "se están convirtiendo en una epidemia, y un asunto de salud pública que incapacita a un gran número de pacientes en la edad más productiva de su vida, debido a múltiples manifestaciones locales y a distancia como dolor, inflamación, fiebre, atrofia e incremento en la pigmentación de la piel, múltiples úlceras, infección y en algunos casos afección a órganos internos, así como el potencial desencadenamiento de enfermedades reumáticas -que surgen como consecuencia de las infiltraciones masivas de sustancias- como son artritis reumatoide, lupus, esclerosis sistémica, o fibromialgia, y la gran alteración en el entorno biopsicosocial del paciente".

Con el paso del tiempo, el sistema inmunológico de los pacientes presenta una reacción inflamatoria local y a distancia, así como migración por vía linfática y hematógena a diversas áreas.

En la infiltración mamaria, la migración se presenta por gravedad hacia el abdomen y por vía linfática hacia los ganglios axilares. En la infiltración en glúteos, la migración es por gravedad hacia muslos y piernas. En casos muy severos se ha identificado las sustancias infiltradas en hígado y pulmón. La enfermedad por modelantes es incurable porque es imposible eliminarla de los tejidos.

Ignorancia y falta de ética

"Los entrenadores de los gimnasios, esteticistas o cosmetólogas y médicos no certificados faltos de una mínima ética promueven la infiltración subcutánea o intramuscular de una gran variedad de sustancias, que pueden ser aceites de cocina, industrial, mineral, guayacol, grasa bovina, vitaminas, metacrilatos y polimetilsiloxano (silicona líquida). Uno de los productos que se han encontrado en los pacientes es el polimetilmetacrilato, un material plástico con el que se hacen bolsas y cajas de discos.

"La palabra para este mal es ignorancia, pues en ocasiones, los que aplican dichas sustancias, desconocen lo que están inyectando", agrega la cirujano plástico, Bertha Torres Gómez.

"La ignorancia y el desconocimiento de la farmacocinética y fisiopatología de este tipo de sustancias por personal no médico sin escrúpulos y por pacientes que creen en falsas expectativas de tratamientos estéticos, aparentemente mágicos y sencillos, favorecen que siga presente en nuestro medio la enfermedad por modelantes".

"Hemos visto casos en que estas personas acuden a la clínica del Hospital General con sus hijas, que también fueron infiltradas por sus propias madres esteticistas. La mayoría de las sustancias aplicadas por personal no médico son de origen desconocido, y más de 40% de las personas ignoran qué están inyectando".

La mayor de las pacientes que recurrió a la Clínica de Enfermedad por Modelantes fue una mujer bailarina de 85 años, que durante años se inyectó cera o parafina en las piernas, para que lucieran modeladas; y la menor, una niña de seis años a quien su madre le inyectó para aumentar sus glúteos.

"Por el momento no existe un tratamiento médico para este tipo de pacientes, aunque se ha demostrado que el tratamiento reumatológico o farmacológico que combina distintas sustancias ayuda a controlar las manifestaciones locales de la enfermedad por modelantes, contribuyendo a que estas manifestaciones sean más esporádicas y menos agresivas", agrega Bertha Torres, médico cirujano certificada por la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (AMCPER).

Más de 40% de los pacientes de la referida clínica tiene lo que la sicóloga Iraís Cruz Gómez describe como dismorfofobia, (o rechazo de la propia imagen). "Estos pacientes nunca estarán conformes con su cuerpo, y presentan un fenómeno conocido como distorsión de la imagen, y hacen todo lo que esté a su alcance para tener acceso, a lo que el doctor José Luis Haddad Tame, presidente de la AMCPER, describe como "acceso a las sustancias criminales", ante las cuales aún no hay la suficiente experiencia médica, ni tratamientos para su eliminación.

Afecta a todos los estratos sociales

Según datos del trabajo de investigación titulado Enfermedades por la infiltración de sustancias modelantes con fines estéticos, de los doctores Bertha Torres, Gabriel Medrano, Raymundo Benjamín Priego, Ingris Peláez y Rubén Burgos, se ha encontrado que la enfermedad por modelantes afecta principalmente a mujeres, 3 a 1 con respecto a los hombres.

"La mayoría de los pacientes se inyecta en los glúteos; y en orden descendente mamas, piernas, cadera, muslos, cara y otros sitios. "Es un problema de salud que ya llegó a los hospitales públicos, y afecta a personas de todos los estratos económicos; el mayor número son mujeres entre los 25 y 30 años", refieren.

"Desconocemos su verdadera incidencia y prevalencia aunque su frecuencia es creciente y se ha convertido en un problema de salud pública en el que debemos prestar más atención. Este tipo de infiltraciones representan un gatillo para el desarrollo de enfermedades sistémicas autoinmunes del tejido conectivo en pacientes genéticamente predispuestos", coinciden en afirmar los expertos.

Para el presidente de la AMCPER la aplicación de las sustancias inyectables , también conocidas como biopolímeros se basa en el afán lucrativo, la incultura, la ingenuidad y las demandas de una sociedad que condiciona una mayor preocupación de las personas por patrones de belleza. El experto recuerda uno de los casos que atendió, en el cual la paciente tenía en su cuerpo 18 litros de líquidos inyectables. "Tuvimos que amputarle miembro por miembro según iba avanzando la infección, hasta que falleció". La mayoría de pacientes suelen recibir entre 10 mililitros y 10 litros de sustancias.

La aparición de los síntomas puede presentarse desde el primer mes hasta 10 años después de la infiltración. Advierte que las personas que deseen un cambio estético deberán acercarse a la AMCPER, para comprobar si el médico está o no certificado.

Refiere que lo único aprobado por la Secretaría de la Salud y la AMCPER para las infiltraciones es utilizar sustancias de relleno reabsorbibles como el ácido hialurónico, o la grasa corporal para los pequeños rellenos y utlizar implantes de silicona para dar volumen a glúteos y pechos. "De modo que esteticistas y cosmetólogos no pueden realizar rellenos o infiltraciones de ningún tipo de sustancia".

El 30 de abril de 2008 la Suprema Corte de Justicia emitió una sentencia para que sólo médicos certificados por las autoridades de salud y la AMCPER puedan realizar cirugías plásticas.

Para el doctor Gabriel Medrano, también presidente del Consejo Mexicano de Reumatología, existe un limbo en la ley toda vez que la Cofepris y autoridades federales supervisan con rigor clínicas médicas y hospitales, pero no interviene en negocios como gimnasios, y estéticas.

Ingris Peláez, investigadora del Hospital de México y Antropóloga Médica, define a las enfermedades por modelantes como un padecimiento de nueva generación. "Se trata de un problema social -de una enfermedad social- que migró hacia la medicina, y ahora los médicos debemos abordar este nuevo tipo de enfermedades".

De hecho, la Facultad de Química de la UNAM ha colaborado de manera permanente con la clínica del Hospital General, para estudiar el origen de los líquidos y sustancias infiltradas.

Laura, una licenciada en Pedagogía, recurrió en 2006 a inyecciones en el busto "para levantarlo sin necesidad de cirugías". Hoy le duelen los huesos, los músculos y el pulmón; los médicos le han dicho que no podrán retirarle el tejido mamario ni el líquido inyectado en los glúteos.

"Dicen que mi cuerpo ya está totalmente infectado" dice y sabe que su enfermedad es una "bomba de tiempo".

Jéssica Álvarez acude a tratamiento y describe su situación como una moneda al aire. "Tengo esta sustancia mortal en mi cuerpo y aunque estoy bajo control, nunca sé en qué momento la enfermedad se disparará, sé que es incurable".

fuente:http://www.zocalo.com.mx/seccion/articulo/una-arregladita-en-los-gluteos-males-incurables-por-inyecciones-esteticas

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