Nuestro objetivo es la prevención y concientización con la finalidad de sensibilizar a la sociedad y sus autoridades a través de diferentes modalidades, realizando actividades en colegios, universidades, lugares públicos y de los medios de comunicación masiva sobre la problemática de la alogenosis iatrogénica en nuestro país.

miércoles, 24 de marzo de 2010

"Quedé castigada por ponerme silicona”

 

Hace tres meses le confié la cola a una amiga, que me metió silicón fluido. Cuando me inyectó, me salió sangre. Yo estaba consciente de que me había salido sangre y que era malo, porque cuando a uno le meten la jeringa tiene que estar bien para seguir inyectando el líquido. Preciso, se me formó un absceso.
Estuve hospitalizada una semana, me hicieron un drenaje. Es tenaz, los dolores son impresionantes. Ya estoy bien, pero antes salía beringa, ya no puedo, ahora salgo tapadita porque me quedó una cicatriz de cinco centímetros. Y la otra es como si me hubieran metido un tiro, porque fueron dos operaciones que me hicieron. Me cobró $300.000, más $100.000 de la aplicada y más lo que uno toma de droga... Pero lo que tuve que pagar después para recuperarme fue $1.293.000 para que me sacaran lo que tenía, para no dejarme con una nalga grande y la otra pequeña. Lo que tenía guardado para los senos, casi $2.000.000 se me fue ahí.
Lo hice porque muchas, todas las de aquí, se han operado con ella y han quedado espectaculares. Pero otras han contado con mala suerte y han muerto.
Cuando me operan, las curaciones son una tortura, los dolores son impresionantes. La primera vez me desmayé, las otras cinco convulsionaba. Pero uno dice: ‘Si éstas tienen, a mí por qué me va a pasar nada malo”.
Una amiga se metió tanto silicón que se le subió a los pulmones y a la cabeza. Estuvo 15 días en coma en el HUV, 13 días en el psiquiátrico y se volvió a meter silicón. A otra se le reventó el glúteo y le quedó como una manzana cuando la ruñen. Unas se meten galones de aceite de cocina, uno dice: ‘Tan bruta esta loca’ y las tetas son impresionantes y uno las toca y son súper blanditas.
Eso es abusar de la suerte. Tienen cuerpo de caballo, que sé yo. Yo también metía silicón. Estaba cansada de ver y me arriesgué. Le puse a una amiga. A los 27 días murió. Estuve escondida porque los hermanos me iban a matar. Quedé castigada para nunca más meter silicona ni meterme. Pienso operarme, porque quiero verme divina, lógico, pero estoy esperando la persona indicada”.
"Yury", travesti de la Sexta. Nombre cambiado a petición de la fuente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario