Nuestro objetivo es la prevención y concientización con la finalidad de sensibilizar a la sociedad y sus autoridades a través de diferentes modalidades, realizando actividades en colegios, universidades, lugares públicos y de los medios de comunicación masiva sobre la problemática de la alogenosis iatrogénica en nuestro país.

lunes, 17 de octubre de 2011

Bioplastía Glútea y facial. Los biopolímeros una pandemia potencialmente mortal

Hace poco me llegó a la consulta una paciente joven diciéndome que estaba descontenta con el aspecto de sus labios.
Yo al verla inmediatamente identifiqué que estaban “infiltrados” por algún tipo de relleno y ante la pregunta de: ¿pero qué tipo de relleno facial tienes puesto?, ella me respondió que un médico de Alicante le había puesto un Biogel permanente.
Ella no sabía en realidad lo que tenía en el rostro, pero le molestaba que tras 6 años de la infiltración (en donde no tuvo inicialmente problemas), apreciaba que sus labios habían empezado a deformarse y a presentar periodos de inflamación y enrojecimiento periódicos y recurrentes.
Recordé casos similares que había presenciado en Brasil durante una de mis estancias en este país por motivos de formación, y le expliqué por qué no era candidata a una intervención quirúrgica, ni a ningún tipo de relleno facial.


Los Biopolímeros están extensamente extendidos en Latino América (Venezuela, Brasil, Perú, Colombia) y Asia (donde se aplican desde hace años) y están totalmente prohibidos en todo Europa, EEUU, Canadá y Australia. Sin embargo, no es infrecuente encontrar en España, pacientes que han sido “tratados” con estas sustancias, por personas sin escrúpulos y cuyo único afán es el lucro.


Y es que todos los mal llamados Biopolímeros, son en realidad una bomba de relojería y lamentablemente son los pacientes los que sufren las consecuencias.
Son compuestos sintéticos (microesferas de metacrilato en una suspensión de dimelpolisiloxano-Silicona) derivados del plástico que inicialmente fueron diseñados para uso industrial y que personas sin escrúpulos ni formación, aplican en peluquerías, domicilios de particulares y pseudoclínicas, abusando de la ingenuidad de los pacientes.
Tienen nombres tan diversos como Biogeles, Células Vivas, Implantes tisulares, PMMA, Silicona Líquida, Aceite de Avión o Parafinas, pero todos comparten las mismas características:


Se aplican en forma semilíquida a través de una o múltiples inyecciones. 
Son permanentes (si se degradan, deforman y alteran). 
Se ofrecen como una alternativa “económica” a la cirugía estética.
Originan una reacción inflamatoria crónica (granulomas) que puede llegar a destruir los tejidos en contacto con el producto. 
Tienden a migrar con el paso de los años, deformando y estropeando el resultado inicial.
Colocados dentro de distintos órganos o infiltrados accidentalmente dentro del sistema circulatorio son mortales.
Es prácticamente imposible retirarlos quirúrgicamente sin dejar secuelas graves durante las intervenciones y contraindican cualquier tipo de tratamiento estético posterior en la zona “tratada” (o mejor dicho, desgraciada), por originar reacciones inflamatorias impredeciblemente destructivas. 
No mejoran con masajes, ultrasonidos, radiofrecuencias etc. 
Son potencialmente carcinogénicos (pueden producir tumores). 
Se comercializan “inescrupolosamente y sin control por Internet”. 
Lo que sucede, es que estas sustancias tienen una consistencia y viscosidad, que aplicadas en zonas como los glúteos, el pecho o el rostro producen un resultado inicial francamente espectacular. Este resultado (si el paciente no ha muerto durante la infiltración) se altera con el paso del tiempo. Las células tratan de destruir la sustancia, originando una serie de respuestas inflamatorias y reacciones antígeno-anticuerpo (de rechazo), que terminan destruyendo los tejidos en contacto con estas sustancias.
Esto explica porque hay un periodo de latencia en donde no se aprecian complicaciones y tras aparecer los primeros síntomas, éstos, se empiezan a repetirse de manera más frecuente y agresiva.


Los síntomas suelen aparecer entre 3 meses y 18 años tras la aplicación, caracterizándose por episodios de inflamación severa, dolor, deterioro del estado general, fiebre, ulceración y necrosis de los tejidos, salida del producto infiltrado a través de la piel y migración de la sustancia (literalmente se chorrea el producto entre los tejidos) hacia zonas donde el producto no se aplico inicialmente.
Es lamentable que alguna persona solo por lucrar, aplique estos productos; es éticamente y moralmente injustificable que sea un médico el que haga esta aplicación.realmente trágico, es la situación desespera en la que viven estos paciente. Del mismo modo me parece vergonzoso el descaro con el que se anuncia este tipo de procedimiento y producto en la web.
Pero ante todo, lo que esConsidero un deber y obligación el advertir de esta situación y por ello escribo este post.

fuente:SILFID

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