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martes, 22 de enero de 2013

Peligrosa vanidad:Denuncia desfiguración de rostro


(Izq.) Biopolímeros usados en prácticas ilegales. (Der.) Rosa. Se sometió a tratamiento prohibido en otros países.

El gusto por la cosmetología llevó a la señora Olín a probar nuevas técnicas en el CEO de su mejor amigo. Desde las uñas de acrílico hasta implantes de silicona en el rostro para eliminar el paso de los años sobre su piel. Penoso es ahora el resultado. Las deformaciones en su rostro se han convertido en una serie de riesgos que le van quitando la sonrisa y la propia vida.

Ningún cirujano plástico se atreve a tratar el caso de Rosa Olín. El diagnóstico es impreciso. Las voluptuosidades en su frente, párpados y mejillas hacen de su rostro, uno irreconocible para todo aquel que antes le conociera. Tarde o temprano, los bultos de silicona descompuesta se convertirán en tumores que solo podrán ser retirados a través del bisturí, desfigurándole aún más la cara. Todo por el placer de sentirse unos años más joven.

A la señora Olín se le inyectaron varias dosis de un biopolímero de marca Silicex en distintas áreas del rostro. Ella participaba de un curso en el instituto de su gran amigo Francisco Versace en la avenida Jorge Chávez, en el que se ofreció como modelo y, previo pago de cien nuevos soles, la promesa de 5 años menos estaba asegurada. Según su testimonio, fue el mismo Francis, quien vestido de blanco, le inyectó la sustancia. El resultado en el momento fue maravilloso.

Tres semanas después, Rosa notó que se le hinchaba la cara; Francis le dijo que todo pasaría y que volvería a la normalidad. El malestar no pasaba y Rosa amenazó a Francis con denunciarlo si es que no le explicaba el origen de la afección. Entonces llegaron a un acuerdo, según ella misma, de mil nuevos soles para costear las consultas médicas. Lo cierto es que los médicos recomendaron una biopsia y una serie de costosos exámenes para conocer la sustancia en el rostro de Rosa, exámenes que agotaron la magra cantidad de dinero.

A Rosa Olín le ha disminuido la visión. A decir de ella, las complicaciones no solo se le han presentado en los riñones, sino que también en el corazón. Hasta la fecha ha sido víctima de dos preinfartos y constantes taquicardias, además de la depresión que le ha generado su nueva imagen. Lo cierto es que de no tratarse a tiempo, el problema podría culminar en tumores dañinos y hasta cáncer a la piel.

ESTA CARA NO ES MÍA
Ante todo el problema mediático que ha significado el caso de Rosa Olín, Francis, dueño del CEO que dicta los cursos, sostiene que ella participó de muchos encuentros didácticos y que la frecuencia la convirtió en su mejor amiga. Pero sólo puede calificar el hecho como la más enferma de las envidias y que Olín es una "cucaracha demente" que se ha propuesto malograr los festejos por su aniversario.


Cosmiatra. Francis niega toda responsabilidad. El tratamiento es costosísimo y explica que cien soles no cubrirían el costo de tamaña vanidad. Además Rosa no tiene ni recibos ni fotografías que certifiquen que Francis le aplicó las inyecciones, argumenta. "Ella posee algunas ampollas que le fueran aplicadas, pero las pudo conseguir donde sea", agrega el estilista. Versace dice desconocer la marca del producto Silicex, pero admite que sí se aplican implantes de biopolímeros en sus cursos. Pero por cosmiatras extranjeros, según afirma.

Francisco Versace dice que no dejará "que ningún escándalo lo apague", luego promete "pisar a la cucaracha" con una demanda por difamación. La denuncia que hizo la señora Olín pasará en los próximos días a la Fiscalía.

ENCARANDO LA VERDAD
A Olín se le inyectó en el rostro una solución oleosa denominada biopolímero, sustancia que sirve para el relleno de espacios vacíos producidos por la pérdida de tejido blando. Esta solución provoca que el organismo encapsule a la materia como un cuerpo extraño igualando ciertas irregularidades y aliviando líneas de expresión.

Según el médico cirujano Carlos Revilla, estos implantes crean demasiada fibrosis, llegando a convertirse en tumores cancerígenos, es por ello que han sido rechazados por la Federación de Alimentos y Drogas, así como por la Sociedad Peruana e Iberoamericana de Medicina Plástica. Su uso se ha convertido en una práctica engañosa e ilegal que peluqueros y estilistas utilizan. Ningún cirujano médico se compromete con el producto. En la ciudad, ninguna clínica de las consultadas utiliza el medicamento que posee innumerables contraindicaciones.

La marca Silicex es de venta libre solo en Latinoamérica, cuando la venta del mismo producto ha sido prohibida en toda Europa y Estados Unidos debido a los daños irreversibles que provoca en la salud. La solución es aplicada en cuerpo y glúteos provocando fibromas difíciles de extirpar. Quirúrgicamente, quitar la materia oleosa es imposible.

Aún así se pueden ver anuncios en salones de belleza e institutos que carecen de personal médico especializado, anuncios que prometen la belleza a incautos que, como Rosa, se terminan convirtiendo en víctimas de una peligrosa vanidad. (Giuliana Gutiérrez)

2 comentarios:

  1. Como se puede hacer para contactarme con la señora tengo un problema similar este ed mi numero 992582377 xfavor comuniquese conmigo

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  2. Tengo biopolimeros en la cara estoy enjucio y la fiscal me pide que me haga una biopsia para determinar que sustancia me aplicaron dode me la puedo realizar mi numero 992365285 arequipa

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